Comentario a Mc 3, 20-35 (Satanás está perdido)

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Lecturas: vol. I (B) Aquí para leer las lecturas completas

  • Gn 3, 9-15. Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer.
  • Sal 129. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
  • 2Co 4, 13-5, 1. Creemos y por eso hablamos.
  • Mc 3, 20-35. Satanás está perdido.

20Llega a casa y de nuevo se junta tanta gente que no los dejaban ni comer. 

  • El griego pone: ‘Comer pan’ y se debe entender en el sentido de ‘comer’ (cf. Marcos 6:31; 7:2; Lucas 14:1). Tanto Jesús como los discípulos están tan ocupados enseñando y sanando que no tienen tiempo para comer. Para esto Jesús no se da el tiempo, lo que está haciendo ahora es el trabajo de Dios el Padre. Lo que lo tiene ocupado ahora es la revelación del reino de Dios (cf. Jn.4:34).

21Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí. 

  • Llegada de familiares o conocidos. Al enterarse de la situación, un grupo de personas se acerca a la casa con la intención de «llev´raselo» a Jesús (Marcos 3:21). El verbo utilizado en el texto griego original, «krateōmai«, tiene un significado fuerte que puede traducirse como «apoderarse«, «arrestar» o incluso «someter» (cf. Marcos 12:12; 14:1,46). Esto indica que su intención no era dialogar o calmar a Jesús, sino llevárselo por la fuerza.
  • Motivos detrás de la acción. Las personas que llegan a la casa han llegado a la conclusión de que Jesús «está fuera de sí«, que ha perdido la cordura (Marcos 3:21). Esta percepción se basa en su intensa actividad y dedicación, al punto de no tomarse ni siquiera el tiempo para comer (Marcos 3:20). Para ellos, tal comportamiento es incomprensible y lo atribuyen a un estado mental alterado.
  • Identidad del grupo. El texto no especifica con exactitud quiénes son las personas que buscan llevarse a Jesús. Literalmente se dice sobre ellos que son hoi par’ autou, ‘los que están con Él ‘.(Marcos 3:21), pero el hecho de que «salieron» de la casa para ir a buscarlo sugiere que no estaban allí con él en ese momento. Todo parece indicar que se trata de parientes de Jesús, por eso la traducción: familiares. Aunque en vs.31vv. se menciona a éstos de otra manera (véase com. vs.31s.). También es posible que estas personas fueran tan solo conciudadanos o vecinos de Jesús.

22Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios». 

  • Un nuevo grupo cuestiona a Jesús. Además del grupo mencionado anteriormente, un nuevo grupo de personas cuestiona la labor de Jesús. Se trata de escribas enviados desde Jerusalén (Marcos 3:22), probablemente con la intención de evaluar su trabajo y doctrina (cf. Marcos 2:6 y ss.; Lucas 5:17).
  • Acusación de posesión demoníaca. Estos escribas ya han llegado a una conclusión: Jesús está poseído por Beelzebub, el príncipe de los demonios (Marcos 3:22). Atribuyen su capacidad para expulsar demonios a la acción de Satanás, negando la intervención divina.
  • Los escribas provienen de Jerusalén «había bajado» (Cafarnaum estáa 210 metros bajo el novel del mar), ciudad considerada centro religioso y autoridad teológica.
  • Nombre de Beelzebub. Este nombre, que significa «señor de la casa» (del hebreo ba‘al-zevul, cf. Mateo 10:25).) y se asocia con Satanás y el reino de la oscuridad.
  • Supremacía demoníaca. Según los escribas, Beelzebub es el mayor de los demonios, lo que explica la supuesta capacidad de Jesús para expulsar a otros (cf. Mateo 12:24).
  • Objetivo de la acusación. «El tiene…» dicen a los que están viéndolo… Los escribas lo que buscan es desacreditar a Jesús ante la multitud, presentándolo como un falso profeta aliado con Satanás. Pretenden convencerlos de que su poder proviene del mal y no de Dios.

23Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? 

  • Jesús responde a las críticas. Los escribas no dirigen su crítica directamente a Jesús, sino a la multitud que lo rodea (Marcos 3:23). Sin embargo, Jesús es consciente de su juicio y decide responderles públicamente. Llama a los escribas y a las personas que anteriormente cuestionaron su obra (Marcos 3:21) para que se acerquen a él. Quiere hablarles a la cara, no murmurar
  • Utilización de parábolas. Jesús emplea parábolas, es decir, «imágenes comparativas cortas» (Marcos 4:10,33-34), para responder a las acusaciones. De esta manera simbólica, busca mostrar a sus críticos la falsedad de su juicio y las graves consecuencias que este tipo de pensamiento puede tener.
  • Refutación de la acusación. A través de tres comparaciones o imágenes (Marcos 3:24-25,27), Jesús refuta la acusación de que él expulsa demonios por la acción de Beelzebub, el príncipe de los demonios. Pregunta: «¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?«. Si Beelzebub expulsara demonios, estaría actuando en contra de sí mismo, algo que jamás haría (cf. Marcos 3:26).

24Un reino dividido internamente no puede subsistir; 

  • Comparación del reino dividido. En respuesta a las acusaciones de los escribas, Jesús pone la imagen de un reino dividido (Marcos 3:24). En ella, explica que un reino dividido internamente no puede subsistir, ya que inevitablemente se encaminará a su destrucción.
  • Falsedad de la acusación. Jesús utiliza esta imagen para ilustrar la falsedad de la acusación de que él está poseído por Beelzebub. Si este fuera el caso, estaría actuando en contra del reino de Satanás, expulsando demonios y debilitando su poder. Sin embargo, Jesús está claramente al servicio del reino de Dios, lo que demuestra la incoherencia de la acusación.
  • Conclusión. La parábola del reino dividido sirve como una poderosa refutación a las críticas de los escribas. Jesús no solo demuestra la falsedad de sus acusaciones, sino que también expone la naturaleza del reino de Dios y su oposición al reino de Satanás.

25una familia dividida no puede subsistir. 

  • La imagen de la casa dividida. Jesús continúa su respuesta con otra comparación, esta vez utilizando la imagen de una casa (Marcos 3:25). En ella, explica que una familia dividida por conflictos internos no puede subsistir, ya que inevitablemente se encaminará a su destrucción.
  • Aplicación a los demonios. Jesús aplica esta imagen a los demonios, comparándolos con una familia. Si Beelzebub, el príncipe de los demonios, expulsara a otros demonios, estaría actuando en contra de su propia «familia», debilitándola y dividiéndola. Esto, por supuesto, es ilógico y contradictorio
  • Conclusión. Jesús no pertenece a la familia de satanás, sino a la de Dios.

26Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. 

  • Conclusión y refutación final. A partir de las dos comparaciones anteriores (Marcos 3:24-25), Jesús extrae una conclusión contundente que responde directamente a la pregunta planteada en Marcos 3:23b: Si, como afirman los escribas, Jesús expulsa demonios por el poder de Beelzebub, entonces esto implicaría que «Satanás se ha levantado contra sí mismo y se ha dividido» (Marcos 3:26). Esto generaría un conflicto interno en el reino de la oscuridad, lo que, según la lógica de las imagenes sugeridas, conduciría inevitablemente a la destrucción de Satanás y su reino.
  • Incoherencia de la acusación. Sin embargo, los oyentes de Jesús, y especialmente los escribas, ya deberían haber comprendido que la idea de que Satanás se enfrente a sí mismo es totalmente ilógica. Por lo tanto, la acusación de que Jesús está poseído por Beelzebub no solo es falsa, sino que también revela una profunda incoherencia.
  • Desenmascaramiento de las verdaderas intenciones. La conclusión de Jesús pone de manifiesto las verdaderas intenciones de los fariseos. En lugar de alegrarse por la eventual derrota de Satanás, se muestran hostiles hacia Jesús y su obra. Esto indica que su interés no reside en la lucha contra el mal, sino en la eliminación de Jesús como una amenaza a su propio poder y prestigio.

27Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. 

  • La comparación del hombre fuerte. Jesús, en respuesta a las acusaciones de los escribas (Marcos 3:21-22), utiliza una imagen para explicar su verdadera misión: destruir el reino de Satanás como enviado de Dios (Marcos 3:27).
  • El hombre forzudo es símbolo de Satanás. La figura del «hombre forzudo» (literalmente «el fuerte») representa a Satanás, a quien también se le llama «príncipe de este mundo» en otros pasajes (Juan 12:31; 14:30; 16:11; cf. 2 Corintios 4:4; Efesios 6:12).
  • El saqueo como metáfora de la liberación. Jesús compara su trabajo de expulsar demonios con el saqueo de los bienes del «hombre fuerte». Pero para llevar a cabo esta acción, es necesario primero atarlo y dejarlo indefenso.
  • La fuerza superior de Jesús. La necesidad de ser más fuerte que el «hombre fuerte» para vencerlo resalta la superioridad de Jesús sobre Satanás (cf. Marcos 1:7,13,25). Es posible que Jesús esté haciendo referencia a Isaías 49:24-25 en esta parábola.
  • Mensaje claro para los judíos. Para los judíos que escuchan la parábola, el mensaje es claro: Jesús ha venido en nombre de Dios para liberarlos del poder de Satanás. A pesar de la fuerza de Satanás, Jesús es aún más fuerte y puede vencerlo, como lo demuestra al «saquear sus bienes» (es decir, expulsando demonios) y salvando a los poseídos (cf. Hechos 10:38).

28En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; 

  • El perdón de los pecados y la blasfemia contra el Espíritu Santo. Si bien el perdón de «todos los pecados» nos muestra la gracia ilimitada de Dios, vinculada al sacrificio redentor de Jesús (cf. Mateo 26:28; Efesios 1:7), también está condicionado al arrepentimiento y la confesión de los pecados (cf. Hechos 3:19; 1 Juan 1:9). Como se mencionó anteriormente (Marcos 2:5-10; cf. también Marcos 1:4), Jesús tiene la autoridad para hablar con certeza de estas cosas.
  • En este caso, Jesús se enfoca específicamente en el pecado de calumnia, es decir, la difamación deliberada de otra persona. Esta es precisamente la acusación que los escribas y sus aliados han hecho contra él.

29pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre». 

  • La blasfemia contra el Espíritu Santo: un pecado imperdonable. Los escribas acusan a Jesús de expulsar demonios gracias al poder de Beelzebub, el príncipe de los demonios (Marcos 3:22, 30). Jesús, sin embargo, aclara ahora que ha realizado estas acciones por el poder del Espíritu Santo (Marcos 1:10, 12). Al atribuir su obra al diablo, los escribas blasfeman contra el Espíritu Santo.
  • Ante esta grave acusación, Jesús introduce una excepción a la posibilidad del perdón que había mencionado anteriormente. Existe un pecado que no puede ser perdonado: la blasfemia contra el Espíritu Santo.
  • Se considera que la blasfemia contra el Espíritu Santo implica un rechazo deliberado a la gracia y misericordia de Dios, que se manifiesta en la obra del Espíritu Santo. Al rechazar esta salvación, la persona se autoexcluye del perdón divino. Este pecado también se menciona en Mateo 12:31-32, Lucas 12:10 y 1 Juan 5:16-17. Con estas palabras, Jesús advierte a los escribas sobre las terribles consecuencias que juzgarlo así podría tener para ellos. El siguiente versículo profundiza en este tema.

30Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo. 

  • En este versículo (Marcos 3:30), Jesús ofrece una explicación adicional a sus palabras sobre la blasfemia contra el Espíritu Santo (Marcos 3:28-29). Esta explicación revela la razón por la que Jesús considera este pecado como imperdonable.
  • La raíz del problema: atribuir la obra de Dios al diablo. La clave se encuentra en la frase «a los que decían que tenía un espíritu inmundo» (Marcos 3:30). Con este «a los que decían» se hace referencia a los escribas que acusaron a Jesús de estar poseído por Beelzebub (Marcos 3:22), y posiblemente también a aquellos que lo consideraban «fuera de sí» (Marcos 3:21).
  • Al atribuir la obra del Espíritu Santo, que se manifiesta en los milagros de Jesús, a la acción de demonios, estas personas además de cometer un grave error (negar la obra de Dios y atribuirla al mal); al implicar un rechazo frontal a la acción de Dios, acarrean consecuencias serias por la imposibilidad que tienen de recibir el perdón (cf. Hebreos 6:4-6).

31Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar. 

  • El tono de este versículo y del siguiente es menos hostil que el de los versículos 21 y 22, donde se presenta a los escribas acusando a Jesús.
  • Es posible que las personas mencionadas en los versículos 21 y 22 hayan buscado a la familia de Jesús para que los ayudaran a detener su obra.
  • Al llegar, la madre y los hermanos de Jesús encuentran a Jesús rodeado por una gran multitud que les impide acercarse (Marcos 3:20; Lucas 8:19). Por lo tanto, le envían un mensaje para llamarlo.

32La gente que tenía sentada alrededor le dice: «Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». 

  • Las personas que rodean a Jesús le transmiten el mensaje de sus familiares, quienes esperan fuera para verlo. Le informan que su familia lo busca. Este no es el único episodio en los evangelios donde sus parientes intentan intervenir en su vida según sus propios deseos y criterios (cf. Juan 2:3ss.; Juan 7:3ss.).

33Él les pregunta: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?». 

  • Con una mirada afectuosa que abarca a quienes lo rodean en un círculo cercano (Marcos 3:33), Jesús formula una pregunta dirigida no a toda la multitud, sino a un grupo más íntimo, probablemente sus discípulos y seguidores.
  • Jesús reenfoca la perspectiva: la verdadera familia de Dios (Marcos 3:33-35). En lugar de responder directamente a su familia, que permanece fuera, Jesús dirige su mensaje a la multitud que lo rodea, la misma que le ha transmitido la petición. Al hacerlo, utiliza la situación como una oportunidad para enseñar una valiosa lección a los presentes. Es probable que la multitud esperara que Jesús despidiera a sus discípulos para atender a su familia, o que él mismo saliera a hablar con ellos. Sin embargo, Jesús sorprende a todos con una pregunta dirigida a los que están con él, buscando enseñarles algo fundamental sobre las relaciones familiares.
  • Más allá de los lazos sanguíneos. La respuesta de Jesús va más allá de la simple interacción familiar. Introduce un concepto más amplio de familia, una que se basa en la fe y en la voluntad de Dios.
  • Lección clave: La verdadera familia de Jesús. Jesús redefine el concepto de familia, incluyendo a aquellos que lo siguen y hacen la voluntad de Dios (Marcos 3:35). Jesús prioriza la obra de Dios, y enseña que la dedicación a la obra de Dios debe tener prioridad sobre los lazos familiares, cuando estos entran en conflicto (Marcos 3:33). Esta nueva comunidad, es una familia espiritual que trasciende los lazos sanguíneos (Marcos 3:34-35).

34Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos

  • Más allá de la sangre: una familia espiritual. Con la pregunta: «¿quiénes son mi madre y mis hermanos?» (Marcos 3:33) Jesús no busca una respuesta literal, sino introducir un concepto más profundo de familia. Jesús extiende el término «familia» a aquellos que comparten con él una conexión espiritual, basada en la fe y en la voluntad de Dios. Esta idea ya había expresada anteriormente al llamar «hermanos» a sus discípulos (Juan 20:17) y después será referida a los creyentes en general (Romanos 8:29; Hebreos 2:11-13).
  • La importancia de la familia espiritual. Jesús resalta así la importancia que él da a su relación con esta comunidad (familia) espiritual, comparándola con los lazos familiares de sangre (Marcos 3:33). Esta idea se refuerza en otros pasajes, como en Mateo 10:37, donde Jesús afirma que quien ama a su padre o madre más que a él, no es digno de él.

35El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».

  • En este versículo, Jesús define con mayor precisión quiénes forman parte de su familia espiritual (Marcos 3:34). La respuesta es clara: todos aquellos que «hacen la voluntad de Dios».
  • ¿Qué significa hacer la voluntad de Dios? En el contexto bíblico, «hacer la voluntad de Dios» consiste en una actitud de obediencia profunda, basada en la fe en Jesucristo.
    • Lucas 8:21: «Los que oyen la palabra de Dios y la hacen, esos son mis hermanos y hermanas.»
    • Mateo 7:21: «No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.»
    • Juan 4:34: «Jesús les respondió: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y completar su obra.»
    • Juan 6:38-40: «He descendido del cielo no para hacer mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió. Esta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda a ninguno de todos los que me ha dado, sino que los resucite en el último día. Y todo el que ve al Hijo y cree en él tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.»
  • Una nueva familia: hijos e hijas de Dios: Al hacer la voluntad de Dios, el creyente no solo se convierte en seguidor de Jesús, sino que también es aceptado como hijo o hija de Dios. Esta nueva filiación espiritual se compara con un nacimiento nuevo, como se describe en Juan 1:12-13. Dios se convierte en el Padre amoroso y el creyente en su hijo o hija espiritual.
  • Din discriminaciones. Es importante destacar que las palabras de Jesús en Marcos 3:34 no excluyen a las mujeres de esta relación familiar espiritual. Al utilizar los términos «hermana» y «madre», Jesús deja claro que las mujeres que lo siguen también forman parte integral de su familia en la fe, sin distinciones de género. Gálatas 3:28 confirma esta igualdad al afirmar que «en Cristo no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, pues todos son uno en Cristo Jesús.»

Introducción

  • Jesús en Cafarnaúm: gran actividad y popularidad (Marcos 2:1-3:12).
  • Tensión creciente: oposición de líderes religiosos (Marcos 2:1-3:6).

Jesús y Beelzebub (Marcos 3:20-27)

  • Contexto:
    • Gran multitud rodea a Jesús (Marcos 3:20).
    • Familiares buscan a Jesús, preocupados por su estado mental (Marcos 3:21).
    • Escribas de Jerusalén cuestionan la fuente del poder de Jesús (Marcos 3:22).
  • Motivo de la acusación:
    • Atribuir la capacidad de Jesús para expulsar demonios a Beelzebub, el príncipe de los demonios (Marcos 3:22).
    • Desacreditar a Jesús y su obra ante la multitud.
  • Refutación de Jesús:
    • Parábolas:
      • Reino dividido (Marcos 3:24): Un reino dividido no puede subsistir.
      • Casa dividida (Marcos 3:25): Una familia dividida no puede subsistir.
      • Hombre fuerte (Marcos 3:27): Nadie puede entrar a la casa del hombre fuerte para saquear sus bienes sin antes atarlo.
    • Conclusión: Jesús no está con Satanás, sino que actúa en nombre de Dios (Marcos 3:26).
  • Mensaje claro: Jesús ha venido a liberar a la humanidad del poder de Satanás (Marcos 3:27).

El pecado contra el Espíritu Santo (Marcos 3:28-30)

  • Advertencia de Jesús:
    • Todo pecado puede ser perdonado, excepto la blasfemia contra el Espíritu Santo (Marcos 3:28-29).
    • La blasfemia consiste en atribuir la obra de Dios al diablo (Marcos 3:30).
    • Consecuencias graves: imposibilidad de recibir el perdón (Marcos 3:29).
  • Significado:
    • Rechazo deliberado de la gracia y misericordia de Dios.
    • Autoexclusión de la salvación.

La visita de la familia de Jesús (Marcos 3:31-35)

  • Llegada de la familia:
    • Madre y hermanos de Jesús buscan hablar con él (Marcos 3:31).
    • Posiblemente preocupados por su actividad y seguridad.
  • Reacción de Jesús: Redefine el concepto de familia: (Marcos 3:34-35).
    • La verdadera familia de Jesús son aquellos que hacen la voluntad de Dios
    • Importancia de la fe y la obediencia a Dios.
    • Nueva comunidad espiritual que trasciende los lazos sanguíneos.
  • Inclusión sin distinciones:
    • Las mujeres también forman parte de la familia espiritual de Jesús (Marcos 3:34).
    • Igualdad en Cristo (Gálatas 3:28).
  • Conclusión
    • Jesús redefine la familia, extendiéndola más allá de los lazos sanguíneos para incluir a aquellos que hacen la voluntad de Dios.
    • La verdadera familia de Jesús se basa en la fe, la obediencia y la conexión espiritual.
    • La inclusión de las mujeres en esta familia espiritual es clara y sin distinciones.

Anécdotas y otros

Fuentes

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