Comentario a Jn 15, 9-17 (Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos)

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Lecturas: vol. I (B) Aquí para leer las lecturas completas

  • Hch 10, 25-26.34-35.44-48. El don del Espíritu Santo ha sido derramado también sobre los gentiles.
  • Sal 97. El Señor revela a las naciones su salvación.
  • 1Jn 4, 7-10. Dios es amor.
  • Jn 15, 9-17. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

 9Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. 

  • El kathōs (‘como’) se usa en este contexto también en sentido causal: ‘porque’. El amor del Padre hacia él se remonta hasta ‘antes de la fundación del mundo’ (Jn.17:23,24). El Padre le había demostrado ese amor para que él pudiera demostrarlo a su vez a sus discípulos (comp. Jn.17:26, en Jn.6:57 leemos acerca de una idea similar con respecto a ‘la vida’). Y Jesús iría tan lejos en su demostración de amor que daría su vida por ellos (vs.13). A su vez los discípulos tenían que permanecer en este amor de Jesús (comp. Jud.1:20), ya que ésta era la única base sobre la cual ellos podrían llevar mucho fruto. Por eso leemos aquí la seria advertencia de Jesús a los discípulos: ‘¡permaneced en mi amor!’.

10Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 

  • En este versículo Jesús continúa sobre la advertencia de vs.9b. Así les dice ahora a los discípulos cómo pueden permanecer en su amor (es decir, el amor de Jesús hacia ellos): deben guardar sus mandamientos. Ya antes en su discurso de despedida Jesús les subrayó esta necesidad (Jn.14:15,21,23), diciéndoles que, guardando sus mandamientos, pueden demostrar que le aman. Ahora les dice a los discípulos que éste también es el camino indicado para permanecer en su amor. Para ello podían tomar ejemplo de él, que permanecía en el amor de su Padre (vs.9), como se demostraba por el hecho de que siempre había guardado los mandamientos del Padre. El hecho de que Jesús use aquí el pretérito perfecto tetērēka (lit. ‘he guardado’) estará relacionado con el hecho de que ha llegado su hora y que está reflexionando y volviendo la vista atrás sobre su vida (en Jn.8:29; 14:31 se usa el presnte de este verbo). Si los discípulos seguían su ejemplo en cuanto a guardar los mandamientos, permanecerán en su amor, así les promete.

11Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. 

  • Este versículo forma una transición entre los dos versículos anteriores y vs.12-17. Con el tauta lelalēka humin (‘estas cosas os he hablado’) Jesús se remite a lo que acaba de decir a sus discípulos (véase com. Jn.14:25). El tauta (lit. ‘estas (cosas)’) se refiere concretamente al contenido de los vs.9,10, donde Jesús les indicaba a los discípulos que el amor que él siente por ellos tiene su origen y su razón en el amor que él recibe del Padre. Por su parte los discípulos deben ocuparse ahora de permanecer en el amor de Jesús (vs.9), lo que implica guardar sus mandamientos. Para ello podían seguir el ejemplo de Jesús (vs.10).
  • Ahora Jesús les dice a los discípulos lo que quiere conseguir con estas palabras (hina, ‘para que’). Quiere conseguir que su gozo esté en los discípulos. Con ‘mi gozo’ (comp. Jn.14:27 ‘mi paz’) Jesús se refiere tanto al gozo que le causa el amor de su Padre como al gozo que ha experimentado al guardar siempre los mandamientos del Padre (vs.9a y vs.10b, comp. Jn.4:34). Si los discípulos, a su vez, guardan los mandamientos de Jesús, así les dice, tendrán parte de su gozo. Cuanto más guarden sus mandamientos, tanto más participarán de su gozo, ya que también permanecerían cada vez más en su amor (vs.10a), lo que llevaría a que su gozo sería más y más perfecto, (véanse también Jn.16:24; 17:13, comp. Jn.3:29; 1Jn.1:4; 2Jn.1:12). plērousthai significa lit. ‘llenarse’.

12Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. 

  • Para permanecer en su amor, así les ha dicho el Señor Jesús a sus discípulos, es importante que guarden sus mandamientos (vs.10). Con las palabras de este versículo continúa hablando de esto. Todos sus mandamientos pueden ser resumidos en un mandamiento fundamental, el del amor mutuo (comp. Ro.13:8-10). Ya durante la cena Jesús había hablado de este mandamiento (Jn.13:34), el mandamiento del amor hacia el prójimo que ellos ya conocían del AT (Lv.19:18) y que Jesús les da como un mandamiento nuevo (véase com. Jn.13:35, comp. 2Jn.1:5).
  • Lo que les dijo durante la cena lo repite el Señor Jesús otras dos veces ante sus discípulos (comp. también vs.17). Así quiere subrayar que, amándose de manera sincera los unos a los otros, pueden demostrar que realmente son discípulos suyos (comp. 1Jn.2:9-11; 3:11-18,23; 4:7,11,12,20,21; 5:1ss.). Él les había demostrado mucho amor, según el ejemplo del Padre (vs.9), incluso daría su vida por ellos (vs.13). Todo este amor suyo es la base y el ejemplo a seguir para ellos en su amor los unos por los otros (comp. Jn.13:34). kathōs en este contexto se usa de nuevo con un doble sentido: ‘como’ y ‘porque’ (comp. vs.9). En realidad se observa una cadena de amor: el Padre ama a Jesús; Jesús ama a sus discípulos (vs.9); y ahora los discípulos deben sumarse a esto amándose los unos a los otros.

13Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. 

  • Al cumplir este mandamiento clave (vs.10) los discípulos debían dejarse guiar por el amor que él siente por ellos. Así se refiere al sacrificio de su vida, un sacrificio que ofrecería dentro de poco tiempo (véase también vs.9 y com.). tithenai tēn psuchēn autou, lit. ‘deponer, quitar la vida’ (como si se tratara de un manto, comp. Jn.13:4), es decir, renunciar a su vida, sacrificarla. Ésta era la mayor muestra de amor por los demás, imposible de superar (para una comparación similar véanse Ro.5:7,8; 3Jn.1:4), como dice con razón un dicho conocido de la Antigüedad.
  • Jesús se aplica la verdad de este dicho a sí mismo: él no podía demostrarles mayor amor que el hecho de que daba su vida por ellos, sus amigos y seguidores (comp. Jn.10:11,15,17,18). huper + genitivo: ‘por, en beneficio de’ (Jn.10:11, comp. el ‘por muchos’ de Mc.14:24). Ellos, a su vez, deben atenerse a la consecuencia de que, en su amor los unos por los otros, deben estar dispuestos a un acto como éste (comp. 1Jn.3:16). Para el concepto philos (‘amigo’), véase com. vs.14.

14Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. 

  • Así como existe una relación entre el contenido de vs.12 y vs.13 (véase com. vs.13), así también los vs.13 y vs.14 están relacionados en cuanto a su contenido. En el versículo anterior el Señor Jesús indicó que considera a los discípulos como sus amigos, algo que confirma de manera directa en este versículo por medio de las palabras: ‘vosotros sois mis amigos’. Para ‘amigos’ usa el término philoi (comp. Lc.12:4). Este término es muy acertado en este contexto en que se habla del amor, ya que la palabra philos está relacionada con el verbo phileō ‘amar’ (comp. Jn.11:11 Lázaro, ‘nuestro amigo’, véase también Jn.11:3 ‘el que amas’; Stg.2:23 Abraham, ‘el amigo (philos) de Dios’, véase también Is.41:8 LXX ‘a quien Dios amaba’). Sin embargo, si ellos querían seguir siendo sus amigos, debían comportarse como tales, haciendo todo lo que él les mandaba (comp. Mt.12:50). Esto venía a ser sobre todo el guardar el mandamiento del amarse los unos a los otros (vs.12,17). En realidad Jesús está repitiendo con palabras diferentes lo que, visto el vs.10a, ya les había dicho con anterioridad a los discípulos. Ambas expresiones son claramente un llamamiento de Jesús a los discípulos.

15Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. 

  • También este versículo está relacionado con el anterior en cuanto a su contenido. Así el Señor Jesús les había dicho a los discípulos que ellos eran sus amigos si hacían lo que él les mandaba (vs.14). Esto podría parecer una contradicción, ya que el final da la impresión de que los discípulos son sus siervos. Con lo que leemos en este versículo Jesús quiere evitar que surja este malentendido: justamente ya no les llama ‘siervos’. En este contexto usa el concepto doulos, que puede significar ‘esclavo’, es decir, alguien que debe obedecer sin más las órdenes de su maestro, aunque quizás no las entienda. En este versículo es mejor traducirlo como ‘siervo, sirviente’; Jesús nunca trató a sus discípulos como esclavos.
  • No obstante, de esta manera la contradicción no es suficientemente expresiva. Mientras que un maestro no consultaba lo que hacía con su esclavo (‘no sabe lo que hace su señor’), con un amigo justamente sí lo hace. Por lo que se refiere al AT podemos pensar concretamente en personajes como Abraham y Moisés: Dios confiaba en ambos como amigos (véanse Gn.18:17 y Ex.33:11). Así también actuó Jesús con respecto a sus discípulos. Él les había comunicado todo lo que había escuchado de su Padre (comp. Jn.17:26, donde se usa el mismo verbo: egnōrisa, ‘he dado a conocer’). Así también ellos tienen una relación de confianza con el Padre; por ello (hoti, ‘porque’) él les llama sus amigos.

16No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. 

  • Hasta dos veces el Señor Jesús les dice a sus discípulos que ellos son sus amigos (vs.14,15). Esto podría dar pie al malentendido de que ellos están al mismo nivel que Jesús mismo, y para evitarlo Jesús les dice ahora que la iniciativa ha salido por completo de él: ha sido él quien les ha escogido (comp. Jn.6:70; 13:18). El hecho de que sean sus discípulos y, por lo tanto, sus amigos, se basa totalmente en la elección de Jesús.
  • Esta relación especial tenía un objetivo determinado, así les dice Jesús. Los ha destinado a llevar fruto. tithēmi + acusativo (en este caso: humas, ‘os’), seguido por una frase con hina (‘para que’) puede interpretarse como: ‘destinar a alguien para algo’. Llegado a este punto de su discurso el Señor Jesús se remite ahora al llamamiento que expresó con anterioridad a sus discípulos: que permanezcan en él y lleven fruto (vs.4). La expresión ‘para que vayáis y llevéis fruto’ es un hebraísmo (una expresión hebrea traducida literalmente al griego) que significa algo como: ‘para que cada vez llevéis más y más fruto’.
  • En la última parte de la oración (donde ‘para que’ depende de ‘os he puesto’) el Señor Jesús repite ahora ante sus discípulos la promesa que ya les hizo antes (véase vs.7). Si le piden al Padre ‘en su nombre’ (véanse Jn.14:13 y com.) lo que necesiten para poder llevar fruto en abundancia y de forma permanente, él se lo daría. El orar en su nombre, por lo tanto, también forma parte del llevar fruto para el cual Jesús ha destinado sus amigos.

17Esto os mando: que os améis unos a otros.

  • Este versículo forma tanto la conclusión de este pasaje (vs.9-17) como la transición al siguiente (vs.18-25). Lo primero nos lo indican las palabras tauta en-tellomai humin (‘esto (estas cosas) os mando’). Son comparables con lo que leemos al inicio de vs.11: tauta lelalēka humin, ‘estas cosas os he hablado’, que tienen una función similar (véase com. Jn.14:25).
  • El contenido de este versículo está muy relacionado con el del vs.12. Sin embargo, no se trata de una simple repetición. La mejor interpretación de lo que el Señor Jesús dice ahora es como un resumen de lo dicho hasta ahora (comp. Jn.17:1). Que Jesús les mande esto a los discípulos tiene como objetivo (hina, ‘para que’) que se amen los unos a los otros, que formen una comunidad marcada por el amor. Esto es necesario, también, en vista a la enemistad del mundo a su alrededor (vs.18ss.). De esta manera este versículo forma también una transición al siguiente pasaje (vs.18-25).

Se destaca la importancia del amor como fundamento de la relación con Jesús y entre los discípulos.

  • I. Introducción al mandamiento del amor (Juan 15:9-10)
    A. Jesús ama a sus discípulos como el Padre lo ama a él.
    B. Permanecer en el amor de Jesús mediante la obediencia a sus mandamientos.
    C. Ejemplo de Jesús en guardar los mandamientos del Padre.
  • II. El propósito del amor de Jesús (Juan 15:11-13)
    A. Jesús desea que su gozo esté en sus discípulos.
    B. El cumplimiento de los mandamientos lleva a la plenitud de la alegría.
  • III. El mandamiento del amor mutuo (Juan 15:12-13)
    A. Jesús resume sus mandamientos en amarse unos a otros.
    B. Ejemplo máximo de amor: dar la vida por los amigos.
  • IV. La amistad con Jesús (Juan 15:14-15)
    A. Jesús considera a sus discípulos como amigos si obedecen sus mandamientos.
    B. Revelación de todo lo que ha escuchado del Padre a sus amigos.
  • V. La elección y el propósito de los discípulos (Juan 15:16)
    A. Jesús escogió a sus discípulos para llevar fruto.
    B. Promesa de respuesta a la oración en el nombre de Jesús para llevar fruto.
  • VI. El mandamiento final: amarse unos a otros (Juan 15:17)
    A. Jesús reitera el mandamiento de amar como conclusión y transición.
    B. Importancia del amor mutuo en una comunidad marcada por el amor frente a la hostilidad del mundo.

Anécdotas

Fuentes

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