Comentario a 2 Timoteo 4, 6-8.17-18 (Me está reservada la corona de la justicia)

En estos versículos, Pablo, consciente de que su muerte se acerca, reflexiona sobre su vida y ministerio. Veamos con más detalle este pasaje

6Pues yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente. 

Sacrificio y partida. Pablo entiende su vida como una ofrenda de sacrificio (libación), indicando que su vida y servicio están llegando a su fin. La expresión «el tiempo de mi partida es inminente» muestra la aceptación de la muerte  con calma y confianza en Dios.

En el versículo anterior, Pablo introducía su mandato a Timoteo con un enfático «pero tú» (‘su de’). Ahora, el apóstol presenta la razón de esta orden: porque él mismo (enfáticamente) está próximo a ser juzgado y ejecutado. De esta manera, Pablo estra transfiriendo algunas de sus responsabilidades a Timoteo.

Es evidente que Pablo, al hablar del sacrificio y la libación, se refiere a su propia muerte. Utiliza este lenguaje figurado también en Filipenses 2:17, donde ve su muerte como una libación del sacrificio y culto de la Iglesia. En el Antiguo Testamento, los sacrificios animales generalmente iban acompañados de una libación de vino o agua derramada delante del Señor (por ejemplo, Éxodo 29:40-41; Números 28:7 y siguientes). Así como la entrega total de los creyentes al Señor puede considerarse un sacrificio (Romanos 12:1; 1 Pedro 2:5).

Pablo utiliza nuevamente la palabra «kairos» (‘tiempo, ocasión’; ver 2 Timoteo 3:1; 4:3) para indicar que su muerte ocurrirá en el momento determinado por Dios (ver 2 Pedro 1:14). El verbo «análisis,» que originalmente significaba «levantar el campamento» o «levar anclas,» es un eufemismo común para «morir.»

7He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe. 

La Batalla de la Fe. Pablo utiliza tres imágenes para describir su vida de servicio: una batalla, una carrera y la preservación de la fe. Ha luchado por la fe (batalla), ha completado su misión (carrera), y ha mantenido su fe en Cristo a lo largo de todas las pruebas.

8Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.

La Corona de Justicia. Pablo menciona la «corona de justicia» como recompensa por su fidelidad. Esta corona no es solo para él, sino para todos aquellos que esperan con amor la segunda venida de Cristo. La corona simboliza la recompensa eterna y la aprobación divina.

17Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león. 

La presencia y ayuda del Señor. Pablo reconoce que, en medio de las pruebas y persecuciones, el Señor estuvo a su lado, dándole fuerza y protección. La frase «fui librado de la boca del león» puede ser interpretada como una referencia a peligros extremos de los que fue rescatado.

18El Señor me librará de toda obra mala y me salvará llevándome a su reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Confianza. Pablo expresa su confianza en que el Señor lo librará de toda obra mala y lo preservará para su reino celestial. Esta confianza se basa en su experiencia pasada de la fidelidad de Dios y su esperanza futura en la salvación eterna.

Estos versículos reflejan una profunda fe y seguridad en la providencia divina. Pablo, al final de su vida, muestra una confianza inquebrantable en Dios y en la recompensa que le espera. Su ejemplo nos anima a perseverar en nuestra fe y servicio a Dios, sabiendo que Él es justo y fiel para recompensar a aquellos que le aman y esperan Su venida.

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