Catacumbas de Domitila

La catacumba de Domitila tiene su entrada en la vía delle Sette Chiese n.° 282, entre la plaza dei Navigatori y el primer tramo de la vía Ardeatina.

Se cuenta entre las más antiguas y más extensas de Roma, con un desarrollo de sus galerías que alcanza, sumando la lon­gitud de todas, los 12 kilómetros.

Se formó a partir de algunos hipo­geos familiares excavados en una propiedad de Flavia Domitila, situa­da en la pendiente muy pronunciada de una pequeña colina, cedida por su dueña a sus libertos.

santa Flavia Domitila

Es muy posible que esta Flavia Domitila fuera sobrina de Flavio Clemente, cónsul en el año 95 d.C., emparentado con la familia imperial: Flavio Domitila fue desterrada a la isla de Punza, al declararse cristiana, donde murió por orden de Domi­ciano.

La catacumba tiene dos niveles principales, y otros dos menos im­portantes y tardíos. Debe empezarse el estudio de la catacumba de Domitila con la descripción de tres zonas que, en origen, constituyeron otros tantos hi­pogeos independientes y, más adelante, quedaron unidas por nuevas galerías:

  • el núcleo de Ampliato,
  • la región de los Flavios-Aurelios y
  • el hipogeo de los Flavios.

– El núcleo de Ampliato está situado a gran profundidad, en el se­gundo nivel, y consta de un cu­bículo adornado con pinturas, otro cubículo perpendicular al anterior, una galería y la escalera, todo realizado a comienzos del siglo II. No tiene ninguna alusión al cristianismo.

– También de la segunda mitad del siglo II es la región de los Flavios-Aurelios, de pequeña extensión, pues los propietarios iniciales no ampliaron su catacumba excavando más tramos de galería, sino que lo hicieron bajando el suelo de las abiertas en un principio, una y otra vez, de forma que alcanzan una altura excepcional. Tuvo escalera pro­pia, hoy destruida por el muro izquierdo de la basílica del siglo IV.

A finales del siglo III, en la zona cercana al núcleo de los Flavios­-Aurelios y en una cripta del segundo nivel, fueron depositados los cuerpos de los santos Nereo y Aquileo.

Basilica mártires Nereo y Aquileo

La cripta fue transformada más adelante por el papa San Dámaso (366-384) en una pequeña basí­lica que asomaba por encima de la superficie del terreno, ampliada por el papa Sirico entre los años 390 a 395.

Detrás del ábside de la basílica antes aludida surgió, también en el siglo IV, un grupo reducido de galerías y cubículos destinado a los cuerpos de aquellos que querían ser enterrados cuando murieran cerca de los mártires -el llamado retrosanctos-, donde se encuentra un pequeño cubículo en el que aparece, en el luneto del arcosolio frontal, la pintura de Veneranda conducida a la gloria, repre­sentada en forma de ágape, por Santa Petronila. Los nombres de las dos mujeres están escritos sobre sus cabezas. Santa Petronila señala con la mano izquierda una bolsa de cuero llena de los rollos (volúmenes) que contienen la Sagrada Escritura. La pintu­ra es de la segunda mitad del siglo IV.

– La tercera región la forma el hipogeo de los Flavios. Antes del la primera mitad del siglo II fue abierta en la colina una gran galería a la que se accedía por una breve rampa desde el exterior, con grandes hornacinas -no cubículos­- destinadas a albergar sarcófagos (es la «galería de los sarcófagos»).

Se puede ver un jarrón con dos pájaros. Domitila

Todo el conjunto estuvo pintado con decoración de ramas de vides y adornos geométricos de listeles rojos sobre fondo blanco. Aunque fue en origen pagano, aparecen algunas escenas del Antiguo Testamento, como las de Daniel y de Noé. Todavía hoy a pesar de estar muy deteriorada se reconoce la pintura.

Entrada y vestíbulo antiguo. Domitila

Muy poco tiempo después fue añadida a la entrada una construcción de ladrillo rectangular, a modo de vestíbulo con dos bancos laterales, y algo más tarde, una sala destinada a banquetes funerarios de planta angular, adosada a la falda de la colina, a la derecha del vestíbu­lo, cubierta con bóveda de arista, con un pequeño habitáculo de uso desconocido.

Pozo de agua Catacumba s. Domitila

En cambio, sí sabemos para qué fue edificado el habitáculo del lado derecho: para alojar el brocal de un pozo de once metros de profundidad y un depósito, que se llenaba de agua, elevándola a fuerza de brazos, y corría a través de un caño de plomo, todavía hoy in situ, de allí se recogía en las ánforas que habían de transportarla hasta los comensales.

Todo el ambiente estuvo pintado con un zócalo rojo hasta un met­ro y medio de altura, y listeles, también rojos, formando paneles que en el centro llevaban pequeñas decoraciones florales.

El conjunto completo es de la mayor importancia, pues constituye uno de los restos mejor conservados de la organización funeraria ex­terna de los hipogeos, tanto paganos como cristianos.

Amor y Psyche. siglo II. Domitila

Al construir la sala en ángulo (B) quedó unida a un cubículo antes existente, que debía de tener entrada propia desde la falda de la colina, decorada con figuras pequeñas del Amor y Psyche, con la clásica divi­sión de paneles del siglo II ya aludida.

Cubículo llamado de los Apóstoles pequeños, en torno al Señor

En una zona cercana se encuentra el cubículo llamado de los Apóstoles pequeños, en torno al Señor.

Cubículo del fosor Diógenes. Domitila

Muy cercano se encuentra el cubículo del fosor Diógenes, su nombre, hoy no visible, estaba pintado en su tumba colocada frente a la entrada (un gran nicho con pinturas). En la bóveda de estaba representado Cristo con los Apóstoles Pedro y Pablo (que es el único visible a la derecha); en la parte baja se encuentran a la izquierda la resurrección de Lázaro (queda solamente la momia en la puerta de la tumba), y a la derecha la escena del milagro del manantial que hizo brotar Moisés (todavía visible). En la luneta estaba pintado Diógenes (la imagen fué destruida en el siglo XVIII).

Dejaremos por ahora, debido a la falta de tiempo, sin describir otros elementos –cubículos de Eulalio, del Buen Pastor, de David, el arcosolio del Colegio Apostólico, el cubículo de los seis santos, el de los Apóstoles mayores o dei pistores (panaderos), el arcosolio de los cuatro reyes y el de la Epifanía; al final el arcosolio del Mosaico- todos ellos también muy interesantes de la ca­tacumba de Domitila.

Cfr. En este enlace encontrarás más información sobre las catacumbas de Domitila

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