Saúl: Guibá (Tell el-Ful) y Bet-san (Tell el-Husn)

Guibá (Tell el-Ful)

Ruinas del palació de Saúl en Gilbeah
Ruinas del palació de Saúl en Gilbeah

A 5 kilómetros al norte de Jerusalén, junto al camino que desde tiempos antiguos sube a Samaria, existe el Tell el-Ful, que significa «montaña de las habas.» Es todo lo que queda de la antigua Guibá.

En 1922 un equipo de las American Schools of Oriental Research empieza a realizar excavaciones en este lugar. El profesor W. F. Albright, iniciador de ellas, dirige los trabajos. Aparecen restos de murallas. Después de una gran interrupción Albright prosigue sus trabajos en Tell el-Ful en el año 1933. Entonces se pone al descubierto una torre cuadrada y maciza a la cual siguen pronto otras tres. Están unidas por una doble muralla. Un patio abierto constituye su interior. La construcción mide, en conjunto, 40×25 metros. Es de piedra basta y ofrece un aspecto imponente. Albright examina los restos de cerámica hallados entre las ruinas. Se trata de vasijas que estuvieron en uso hacia los años comprendidos entre el 1020 y el 1000 antes de J.C. Albright ha descubierto la ciudadela de Saúl, el primer palacio real de Israel, donde :

El rey se sentó, como siempre, en su sitial de junto a la pared (1 Sam 20,25).

Allí se sentaba Saúl como rey rodeado de sus próximos allegados con Jonatán, su hijo, con su primo Abner, su capitán, y con David, su joven armígero. Aquí forjaba sus planes para la liberación de Israel; desde aquí dirigía la guerra contra los odiados filisteos.

Cfr. Localizar el sitio en Map10 A4, y el google: Geba (1)

Bet-San (Tell el-Husn)

Ruinas de Beth Shean

El otro escenario en que se desarrolló la suerte del rey Saúl, y que la investigación sacó también a luz, se halla situado a 70 kilómetros al norte de este lugar. En el borde de la llanura de Yezreel se levanta la grandiosa colina de Tell el-Husn, que se ve de lejos desde el valle del Jordán, al cual desemboca esta comarca. Aquí se halla emplazado el antiguo Bet-san.

De entre montañas de escombros surgen, en sus pendientes norte y sur, los gruesos muros de dos templos. Los arqueólogos de la Universidad de Pensilvania, dirigidos por Clarence S. Fischer, Alan Rowe y G. M. Fitzgerald, los pusieron al descubierto en 1921 y en 1933, casi al mismo tiempo en que, en Guibá, era descubierta la residencia de Saúl.

Objetos del culto hallados entre las ruinas, sobre todo plaquitas y pequeñas arquetas con motivos decorativos formados por serpientes, demuestran que estos templos estuvieron consagrados a Astarté, la diosa de la fecundidad de Canaán, y a Dagón, el dios principal de los fenicios —un ser mitad hombre, mitad pez. Sus paredes han sido testimonios de lo que los filisteos, después de su victoria, según relata la Biblia, hicieron a Saúl:

Luego depositaron las armas de Saúl en el templo de Astarté y su cadáver lo fijaron en las murallas de Bet-San (1 Sam 31,10); la casa de Astarot son las ruinas del templo del Sur… y su cabeza la clavaron en el templo de Dagón (1 Cro 10,10).

Éste último, es el templo puesto al descubierto en la vertiente norte. Bet-sán, en el valle del Jordán, estaba en el lugar estratégico donde se encontraban las rutas comerciales que iban de norte a sur y de este a oeste. Al colocar el cuerpo de Saúl en aquel lugar, los filisteos anunciaban a los cuatro vientos su victoria sobre Israel.

Cfr. Localización de Bet- San, Map1 G3 y el google en: Beth-shean

Cfr. Sobre el lugar (en ingles)

3 comentarios sobre “Saúl: Guibá (Tell el-Ful) y Bet-san (Tell el-Husn)

  1. La arqueologia ha contribuido a confirmar los acontecimientos biblicos, como sucedio con la ciudadela de saul, descubierta por el profesor albright, se encuentra el primer palacio real de israel en donde se reunia con su gente, para organizar la guerra contra los filisteos.

Deja un comentario