Especial atención requiere la situación matrimonial de Oseas para entender el mensaje de este profeta. Efectivamente, como ocurrirá incidentalmente con las vidas de Isaías (Is 8,18), Jeremías (Jer 16,1-9) y Ezequiel (Ez 24,15-24), la vida matrimonial de Oseas aparece estrechamente unida a su mensaje profético. Dios hará de su vida matrimonial su mensaje profético.
La vida matrimonial de Oseas es narrada en los capítulos 1 (biográfico) y 3 (autobiográfico). El capítulo 2 –aunque es oracular-, forma un todo homogéneo con los anteriores, pues emplea la imagen de la unión conyugal como comparación para expresar las relaciones –de Alianza- entre Dios e Israel, y la imagen del adulterio y la infidelidad matrimonial como expresión de la. infidelidad de Israel respecto de Yahvé.
Según los capítulos 1 y 2, por inspiración divina, Oseas se casó con Gomer, que procedía de un ambiente paganizado; muy posiblemente había estado -o estaba todavía-, en algún santuario donde se practicaba la prostitución sagrada. Tienen tres hijos, pero aunque no se dice explícitamente, en algún momento Gomer parece haberle sido infiel a Oseas; por lo que éste se vio obligado a repudiarla. Pero Oseas continuaba amando a Gomer y de nuevo la busca y la vuelve a tomar en matrimonio, pero antes de volver a vivir con ella la somete a una prueba.
Según se explica en el capítulo 2 todo este drama matrimonial de Oseas estaba ordenado a simbolizar las relaciones entre Yahvé y su pueblo Israel. Yahvé amó a Israel y concluyó con él una Alianza en las faldas del monte Sinaí recién salido de Egipto. Israel se ha mostrado infiel y ha caído y recaído en la idolatría. Pero Yahvé sigue amando a Israel y después de someter a su pueblo a la prueba del destierro de nuevo se desposa con él y renueva la Alianza.
Era muy leal a Dios y a su esposa a pesar de que su esposa le fue infiel el se mantuvo amándola al igual que Dios a su pueblo. Amennnnn
Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón» Dios siempre nos da la posibilidad del arrepentimiento, al escuchar su voz en lo secreto, volvernos a él y contraer matrimonio con Dios ( esposo y la novia dicen ven)