AMAR, AMOR (agapan, agapé)

banquete-eucarc3adstico-mausoleo-gala-plc3a1cidaEsta entrada pertenece a Vocabulario Paulino

El griego dispone de varias palabras para decir «amar»:

  • Philein es el verbo más utilizado para hablar del amor en la familia o entre amigos.
  • Erasthai, de donde se deriva érós, se refiere al amor-pasión.
  • Stergein indica el afecto cariñoso.
  • Los Setenta en su traducción prefirieron unos términos raros hasta entonces, agapan y agapé, por desconfiar del carácter pasional del eros y para marcar el carácter específico del amor religioso, en un contexto de alianza.

Este vocabulario es común a todos los autores del Nuevo Testamento. Teólogos de la agapé, Juan y Pablo le dan matices importantes. Según su costumbre, Pablo utiliza más ordinariamente el substantivo amor (75 veces) que el verbo amar (33 veces), mientras que Juan prefiere usar el verbo y le gustan las fórmulas de reciprocidad.

Para Pablo, el amor de Dios es lo primero.

Este Amor se manifestó por el envío del Hijo: Dios nos ha mostrado su amor haciendo morir a Cristo por nosotros cuando aún éramos pecadores (Rom 5,8; 8,39). La presencia del Espíritu Santo en nuestros corazones es la garantía del amor de Dios (Rom 5,5; cf. 2 Cor 13,13). Cristo nos ama, ya que consintió en dar su vida, no por los justos, sino por los pecadores (Rom 5,8; Ef 2,4). Pablo hace que la fórmula (nos) amó preceda a la fórmula tradicional: se entregó por (nosotros) (Gál 2,20). Ningún obstáculo podrá separarnos del amor de Cristo (Rom 8,35-39). Éste es el motivo más decisivo para el apostolado (2 Cor 5,14). Pablo manifiesta a los fieles que son los beneficiarios de la agapé de Dios, llamándolos los amados de Dios (1 Tes 1,4; Rom 1,7).

En compensación, los hombres tienen que amarse entre sí.

Son raros los casos en que Pablo habla de la agapé del hombre a Dios (1 Cor 2,9; 8,3; Rom 8,28). De ordinario la concibe como principio de las relaciones humanas: en ella se resume toda la ley (Rom 13,9s). Preocupado por la unidad de las comunidades (Flp 2, 1s), el apóstol no se cansa de detallar las exigencias concretas de la agapé (así en 1 Cor 16,14; Gál 5,22s; Rom 12,9s; Flm 5).

Pablo es el primero que establece la tríada fe-esperanza-caridad (1 Tes 1,3; 5,8). La importancia de la agapé aparece en el himno de 1 Cor 13: de las tres virtudes, el amor es la mayor (1 Cor 13,13). El saber envanece; sólo el amor es de veras provechoso (1 Cor 8,1). Pero Pablo no separa las tres virtudes teologales: la fe expresa de forma excelente nuestra relación con Dios por Jesucristo; actúa por medio de la caridad (GáI5,6).

Pablo expresará con frecuencia su afecto a los destinatarios de sus cartas: Os amo a todos en Jesucristo (1 Cor 16,24; d. 2 Cor 2,4; 11,11; 12,15) Y los llama amados suyos (1 Cor 4,14; 10,14; 2 Cor 7,1 …). Vivir en la agapé será el programa que desarrolla en la carta a los Efesios (1,4; 3,18; 4,2.15.16; 5,2). Por ejemplo, los maridos tienen que amar a sus esposas, como Cristo amó a su Iglesia (5,25s).

Autor: E. Cothenet, en Cuadernos Bíblicos, 88

8 comentarios sobre “AMAR, AMOR (agapan, agapé)

  1. En la Biblia las palabras que se traducen por «amor» y «amar» tienen diversos matices de significación.
    I. En el AT. Las palabras que más se traducen por «amor» y «amar» son ahabâh y âhab. Estos términos abarcan el Amor en su sentido más amplio: desde el Amor de Dios por los justos (Sal. 146:8; etc.), el Amor del hombre a Dios (Dt. 11:1; Sal. 116:1; etc.) y a las cosas de Dios (Sal. 119:97; etc.), el Amor de un hombre por su familia y sus
    amigos (Gn. 22:2; 24:67; Lv. 19:18; etc.), hasta el Amor ilegítimo producido por la pasión (2 S. 13:1; 1 R. 11:1; etc.).

    II. En el NT. Las 2 palabras para «amor» y «amar» son el sustantivo agáp (con su verbo agapáÇ) y el verbo filéÇ (el sustantivo derivado, filía, «amistad» y «amor», sólo aparece una vez en el NT: Stg. 4:4). Los griegos tenían 48 una 3ª palabra para «amor»: éros (y su verbo eráÇ, «amar apasionadamente», con una connotación mayormente de pasión sexual), pero este vocablo no aparece en el NT.

    1. Agáp. Se creía que era una palabra específicamente cristiana, porque no se había descubierto su uso en las fuentes griegas seculares; pero ahora se han encontrado en ellas varios ejemplos claros de su empleo. Sin embargo, su escasez, comparada con
    la frecuencia de agáp en la literatura cristiana, muestra que los cristianos adoptaron este término para describir el concepto más elevado del amor, como lo revelan los Evangelios. Dios es agáp (1 Jn. 4:7, 8), y su Amor y el de Cristo por los hombres está representado por dicho término (Ro. 5:8; Ef. 2:4; 1 Jn. 3:1; etc.). Agáp también describe la relación entre Dios y Cristo (Jn. 15:10; 17:26), se usa para el Amor humano (Jn. 3:35; Ro. 12:9; etc.) y figura como una faceta del fruto del Espíritu, la primera de ellas (Gá. 5:22). La definición clásica de agáp se encuentra en 1 Co. 13. Después de nombrar diversos dones y logros espirituales (cp 12), el apóstol indica que el Amor es el «camino más excelente» (v 31). De las 3 virtudes
    permanentes -la fe, la esperanza y el amor-, señala que el Amor es la mayor. Agáp es «Amor desinteresado», Amor en su forma más elevada y verdadera.

  2. Rafael muy buen día, sé que la palabra gracias es insuficiente para toda la información que nos proporcionas, es por eso que sigo suplicando al CREADOR que siga iluminando tu entendimiento, aclarando tus pensamientos y concediendote el don de la sabiduría, y así cumplir con la voluntad divina.. Cordialmente Antonio Carbajal

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